Piensen en una sonrisa.
Posiblemente, la primera imagen que les haya venido a la mente sea
un precioso rostro con una preciosa boca con forma de media luna.
Sin embargo,
si se fijan bien
verán que la verdadera sonrisa
está un poco más arriba,
justo a la altura de los ojos.
Dos pequeñas sonrisas
que nacen donde las lágrimas,
con los ojos casi ocultos
por la sombra de unos rosados carrillos.
Justo entonces es cuando esbozamos
una sonrisa perfectamente imperfecta.
Esta sonrisa no es otra
que la mirada de un niño,
de una turista ilusionada.
La mirada sonriente
de los que bailan.
Y ¿cómo bailan?
De cualquier forma,
mejor o peor
pero siempre a ritmo de Swing.
Y entre canción y canción
yo mantengo la sonrisa.
Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas que escapan a los que sueñan sólo de noche.
Edgar Allan Poe
Fotografías: De una servidora, Sara Álvarez,
mientras observo el mundo con la sonrisa
que sólo el baile te da.
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